El proyecto nació en el año 2014 en la ciudad de A Coruña, con el fin de estudiar y aprender de la música tradicional gallega a través de la investigación y el trabajo de campo. El grupo está compuesto por miembros de toda Galicia, aunque cuenta con varios componentes de otras comunidades españolas, aspecto que enriquece y aporta otras perspectivas musicales al proyecto. En el año 2016 consolidaron su estructura y actividad estableciendo Pandeireteiras Sen Fronteiros como Asociación Cultural. De esta forma, la banda intenta poner en valor este patrimonio inmaterial y hacerlo visible, así como situar la música tradicional gallega en un contexto de músicas de raíz.

Una de las formas de conseguir esta impregnación cultural es a través de los viajes. En ellos comparten su cultura, sus canciones, sus bailes tradicionales y la “buena vibra” que les caracteriza. Hasta ahora han viajado a Rumanía (2015), al noroeste de India (2016), sur de Italia (2017) y Marruecos (2018). Cada viaje supone una inmersión cultural y una aventura gracias a la búsqueda de rutas alternativas a los circuitos turísticos. Otra manera de conseguir este intercambio cultural es a través de la participación en proyectos colaborativos con bandas de estilos musicales diferentes y asociaciones musicales de otros países. Han colaborado y compartido proyectos con Radio Cos, uno de los grupos más topen el panorama de música tradicional gallega contemporánea; Ponxa Intenso, que mezcla funk-rock con melodías Tuareg; Noriko Ishizuka, panderetera y cantante japonesa; y Brigan, un grupo del sur de Italia que combina música tradicional de la región de Campania con música ibérica.

Pandeireteiras Sen Fronteiros goza de un carácter y personalidad muy peculiares, que hace de cada una de sus actuaciones una experiencia única y diferente. Intentan innovar siempre teniendo presente y respetando su tradición y la de las culturas que explora. Esto no solo se aprecia en su música, sino también en su vestimenta fruto de la reinterpretación del traje tradicional gallego, a veces anclado a la rigidez de determinadas representaciones contemporáneas. Gracias al esmero y mimo del grupo cada canción pasa por un proceso de análisis y reinterpretación que intenta ser fiel a las melodías, sonidos y estructuras originales sin perder la esencia inicial en la que se gestaron la mayoría de estas piezas: la celebración de la vida en grupo y la alegría que supone compartir.